¿Sabías que según la Organización Mundial de la Salud, durante el último año, el 50% de los adultos ha padecido cefaleas? La cefalea (o dolor de cabeza) es uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso. Sin embargo, cuando estas son muy frecuentes, pueden afectar a las relaciones sociales del individuo y trabajo. Tanto es así que si las cefaleas se producen de manera crónica pueden ir asociados a síntomas de ansiedad y depresión.
Para que podamos entender bien de lo que hablamos, vamos a explicar las cefaleas más comunes:
- Cefalea tensional: se trata del tipo de dolor más común y se da más en mujeres que en hombres. Está ocasionada por problemas osteomusculares del cuello y agravada por el estrés. La cefalea tensional puede durar horas o incluso días y tiende a guardar relación con el estrés.
- Migraña o jaqueca: en este caso también afecta más a mujeres que a hombres y suele aparecer por primera vez durante la pubertad. Está afectada por factores hormonales en los que se produce una liberación de sustancias proinflamatorias alrededor de las estructurales nerviosas y vasculares de la cabeza. Además, algunos alimentos pueden provocar migraña o jaquecas.
- Cefalea en brotes o racimo: Al contrario que las dos anteriores, estas son menos comunes y se dan más en hombres que en mujeres. Los síntomas más comunes son el dolor en torno a un ojo que lagrimea y se enrojece. Además, el paciente puede sentir obstrucción de la fosa nasal del lado afectado o, incluso, que se le caiga un poco el párpado. A pesar de que son de corta duración, son muy recurrentes.
- Cefalea de rebote: estas pueden ser producidas por el consumo crónico y/o excesivo de fármacos para combatir las cefaleas. Es más frecuentes en mujeres y suelen ser peor al amanecer después de dormir.
Las cefaleas pueden ser un gran problema para quien las padece, ya que pueden producir incapacidad o reducción de jornada laboral. Lo más importante es consultar al médico para poder acotar el diagnóstico y el tratamiento pertinente.
No obstante, hay algunas medidas que puedes tomar para disminuir la aparición de cefaleas como por ejemplo, evitar ciertos alimentos desencadenantes del dolor (chocolate, quesos curados, comidas grasas…), evitar ingerir bebidas alcohólicas o con cafeína, dormir un número suficiente de horas o evitar el estrés. Asimismo, también se recomienda poner en práctica técnicas de relajación, realizar ejercicio físico de manera regular y evitar ruidos fuertes.