A la hora de llevar a cabo un trabajo, siempre existen distintos factores de riesgo por lo que si no se tienen en cuenta, pueden desembocar en accidentes o enfermedades para el trabajador de la empresa.
Para evitar que esto suceda, hay que vigilar varios factores: planificación, organización, dirección y control.
A su vez, los riesgos de trabajo pueden clasificarse de la siguiente forma. Por un lado, los riesgos de accidente. Aquellos en los que tienen que ver caídas, atropellos, golpes,etc. y son causados por uno o más factores de riesgo existentes. Los riesgos ambientales, por su parte, pueden ser los responsables de un problema de salud, como ciertas enfermedades o patologías). Los riesgos psicosociales, en cambio, surgen de la organización del trabajo y los riesgos graves e inminentes son aquellos que, a pesar de ser de cualquier naturaleza, resultan probables racionalmente, que se realicen en un futuro inmediato y pueden suponer un riesgo grave para la salud.
Tal y como dicta la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, los riesgos proceden de estos ámbitos: físico o material, el entorno ambiental, los procedimientos y el organizativo.
Factores de riesgo generados por herramientas y equipos de trabajo
Cualquier equipo de trabajo puede suponer un riesgo para el trabajador. Es importante que la empresa cuente con máquinas homologadas y cumplir con todos los requisitos de seguridad y mantenimiento establecidos.
Factores de riesgo generados por los propios trabajadores
La falta de aptitud por parte de los trabajadores puede ser un riesgo. Es necesario que conozcan y aprendan los riesgos y medidas preventivas de su puesto de trabajo.
Factores de riesgo generados por los aspectos organizativos del trabajo
Los aspectos organizativos son un problema cuando exceden la capacidad del trabajador y producen un desequilibrio, tensión, estrés, etc.
Factores de riesgo generados por el entorno laboral
Un factor de riesgo puede ser, por ejemplo, el trabajo realizado en ambientes con temperaturas extremas.